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Lecciones de la DANA de Valencia: la importancia de la planificación hidrológico-forestal de las cuencas hidrográficas

Las catastróficas inundaciones ocasionadas por la DANA en la Comunidad Valenciana en octubre de 2024 dejaron un fuerte impacto en comarcas como la Plana de Utiel-Requena y l’Horta Sud, así como en localidades limítrofes. Estas lluvias torrenciales no solo provocaron pérdidas humanas y materiales, sino que evidenciaron la urgente necesidad de replantear la gestión de cuencas hidrográficas y de incorporar una planificación hidrológico-forestal sostenible que reduzca el impacto de estos fenómenos.

A continuación, analizamos las causas principales que aumentan el riesgo de inundaciones, la importancia de las masas forestales y las zonas inundables para mitigar los daños, y las acciones necesarias para enfrentar estos eventos extremos.

Factores que incrementan los Daños por inundaciones

Según la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA), los daños por inundaciones se están intensificando debido a múltiples factores que van más allá de las lluvias extremas asociadas al cambio climático. Entre ellos destacan:

  1. Cambio climático: El aumento de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías y lluvias torrenciales, afectan especialmente a la cuenca mediterránea.
  2. Ocupación de zonas inundables: La urbanización de llanuras de inundación y humedales reduce el espacio natural para el flujo de agua, aumentando la exposición al riesgo de las poblaciones.
  3. Agricultura intensiva sin prácticas de conservación: La ausencia de cobertura vegetal en terrenos agrícolas incrementa la escorrentía, el arrastre de sedimentos y los daños aguas abajo.
  4. Impermeabilización del suelo: La expansión urbanística y las infraestructuras han reducido la capacidad de infiltración del suelo, aumentando el volumen y la velocidad del agua en superficie.
  5. Alteraciones en el drenaje natural: Infraestructuras como autovías, líneas ferroviarias y rotondas desorganizan el flujo natural del agua, desviándola hacia áreas no preparadas para inundaciones.
  6. Obras de defensa mal planificadas: Diques, encauzamientos y motas, aunque parecen soluciones, aumentan la velocidad del agua y el riesgo aguas abajo, generando una falsa sensación de seguridad.

El Papel de las masas Forestales y las zonas inundables

1. Masas forestales: clave en la regulación hídrica

Las masas forestales tienen un papel crucial en la retención de agua y la reducción de la escorrentía superficial. Sus funciones incluyen:

  • Promoción de la infiltración de agua: Las raíces de los árboles mejoran la capacidad de absorción del suelo, reduciendo el volumen de agua que fluye hacia los cauces.
  • Reducción de la erosión y el transporte de sedimentos: La cobertura forestal estabiliza el terreno y minimiza el impacto de las lluvias intensas.
  • Ralentización del flujo de agua: Los bosques actúan como esponjas naturales, laminando los caudales y previniendo desbordamientos rápidos.

2. Zonas Inundables: un imperativo

Las zonas inundables, como llanuras de inundación y humedales, son espacios naturales diseñados para absorber el exceso de agua durante lluvias intensas. Sin embargo, su ocupación por viviendas o infraestructuras ha reducido drásticamente su capacidad funcional.

  • Beneficios de preservar las zonas inundables:
    • Proporcionan espacio de desbordamiento para ríos y cauces.
    • Reducen la velocidad del agua y el riesgo de inundaciones aguas abajo.
    • Actúan como amortiguadores naturales, protegiendo áreas urbanas y agrícolas cercanas.
  • Propuestas clave para las zonas inundables:
    • Respetar y restaurar las zonas inundables identificadas en los mapas de riesgo.
    • Limitar la urbanización en estas áreas y reubicar viviendas de alto riesgo.
    • Eliminar barreras artificiales que impiden el desbordamiento natural de los ríos.

Medidas para una Planificación Hidrológico-Forestal eficaz

1. Devolver espacio a los ríos

Restaurar el territorio fluvial y permitir el desbordamiento natural de los ríos en áreas no urbanizadas es una medida esencial. Esto incluye la eliminación de motas, diques y encauzamientos que restringen el espacio de expansión del agua.

2. Implementar Medidas Naturales de Retención de Agua (NWRM)

Estas medidas incluyen la restauración de humedales, la plantación de setos vegetales en terrenos agrícolas y la recuperación de la vegetación natural para mejorar la capacidad de retención de agua en las cuencas hidrográficas.

3. Gestionar cuencas hidrográficas de forma integral

Es fundamental coordinar la gestión de las masas forestales, los recursos hídricos y las zonas inundables en un enfoque basado en cuencas hidrográficas. Esto incluye:

  • Reforestación de áreas degradadas para aumentar la infiltración.
  • Diseño de infraestructuras sostenibles que respeten el drenaje natural.
  • Regulación estricta de la ocupación de zonas de riesgo.

4. Sistemas de Drenaje Urbano Sostenible (SUDS)

En áreas urbanas, es necesario fomentar infraestructuras verdes, como pavimentos permeables, jardines de lluvia y humedales artificiales, para reducir la escorrentía y laminar los caudales.

Conclusión: construyendo resiliencia frente a las catástrofes naturales

La DANA de Valencia nos recuerda que no podemos controlar el clima, pero sí podemos gestionar el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos mediante una planificación hidrológico-forestal eficaz. Proteger las masas forestales, respetar las zonas inundables y adoptar medidas sostenibles son pasos esenciales para reducir los riesgos asociados a las lluvias torrenciales y las inundaciones.

En Arkhenos Ambiental, trabajamos para promover una gestión sostenible de las cuencas hidrográficas y ofrecer soluciones que combinen la restauración ecológica con la protección de las comunidades humanas.

¡Contáctanos para implementar estrategias sostenibles que garanticen un futuro más seguro frente al cambio climático y los eventos extremos!

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