La gestión forestal sostenible va más allá de las intervenciones técnicas en el terreno. Para que esta gestión tenga éxito a largo plazo, es crucial incorporar estrategias de comunicación y pedagogía forestal, especialmente en proyectos impulsados desde la administración pública. En un contexto como el español, donde la sociedad aún no reconoce plenamente la riqueza y el valor de sus montes, comunicar eficazmente lo forestal y educar a las comunidades es tan vital como la propia gestión del territorio.
¿Qué es la comunicación y pedagogía forestal?
La comunicación forestal busca transmitir a la sociedad información clave sobre los montes y su gestión sostenible. Por su parte, la pedagogía forestal, concepto originado en el norte de Europa, combina educación y experiencia práctica en los bosques, enfocándose en despertar interés, fomentar valores y promover comportamientos responsables hacia los ecosistemas forestales. Esta herramienta se centra en vincular a las personas con los bosques de manera emocional y educativa, creando un vínculo que facilite la comprensión de su importancia.
¿Por qué es clave en los proyectos públicos?
- Conectar con la sociedad: España cuenta con 28 millones de hectáreas de terreno forestal, pero la percepción social se limita, muchas veces, a la alarma generada por incendios forestales. La comunicación forestal ayuda a romper este prejuicio, mostrando que los bosques no están «abandonados» sino que son espacios gestionados que generan bienes, servicios y empleo.
- Fomentar la aceptación social: La gestión forestal sostenible suele enfrentarse a barreras sociales como el rechazo a actividades como las talas o los aprovechamientos de biomasa, que se perciben como dañinas. Una estrategia pedagógica bien diseñada puede explicar cómo estas actividades son compatibles con la conservación y necesarias para prevenir incendios o garantizar la salud del bosque.
- Empoderar a las comunidades: A través de la pedagogía forestal, las personas pueden participar activamente en actividades forestales, entendiendo no solo los desafíos, sino también las oportunidades que ofrece un monte bien gestionado.
- Promover un cambio cultural: La educación en gestión forestal puede comenzar desde edades tempranas, inculcando valores de sostenibilidad y conciencia ambiental que perduren toda la vida.
Claves para una comunicación forestal eficaz
- Transmitir valores y hechos: No basta con ofrecer datos técnicos; es fundamental comunicar mensajes claros, como la relación entre gestión forestal y prevención de incendios o el papel de los montes en la mitigación del cambio climático.
- Humanizar la gestión forestal: Mostrar a las personas detrás de la gestión, ya sean propietarios, técnicos forestales o comunidades locales, ayuda a romper la desconexión entre la sociedad y los bosques.
- Adaptar el mensaje: Las actividades y contenidos deben ajustarse a las características del público objetivo, ya sean escolares, propietarios forestales o ciudadanos interesados.
Pedagogía forestal: aprender desde el bosque
El enfoque humanista de la pedagogía forestal busca no solo educar, sino también inspirar. Diseñar rutas pedagógicas o talleres en el bosque permite que los participantes vivan experiencias significativas que combinan aprendizaje, emociones y acción.
- Experiencias prácticas: Actividades como talleres de identificación de especies, rutas interpretativas o simulacros de gestión forestal.
- Educación personalizada: Programas adaptados a diferentes edades e intereses, permitiendo a cada participante encontrar su propio vínculo con el bosque.
- Monitores forestales como mediadores: Más que instructores, los monitores actúan como facilitadores, ayudando a las personas a descubrir el bosque y comprender su papel en su conservación.
El papel de la administración pública
Para que estas estrategias sean efectivas, la administración debe liderar iniciativas de comunicación y pedagogía forestal como parte integral de los proyectos de gestión forestal.
- Divulgación activa: Campañas de comunicación en medios y redes sociales que expliquen los proyectos forestales y su impacto positivo.
- Educación en los proyectos: Incorporar talleres, rutas interpretativas y actividades educativas en cada proyecto de restauración o gestión.
- Colaboración con entidades locales: Trabajar con asociaciones, colegios y comunidades rurales para fomentar una red de apoyo social al sector forestal.
Conclusión
En un contexto de reto climático y desafíos crecientes para los bosques, la comunicación y pedagogía forestal no son un lujo, sino una necesidad. La administración pública, como principal impulsora de proyectos forestales, tiene en sus manos la oportunidad de liderar un cambio cultural que reconozca el valor de los montes y la gestión sostenible como pilares para un futuro resiliente. A través de una comunicación clara y actividades pedagógicas significativas, podemos acercar los bosques a la sociedad y garantizar su conservación para generaciones futuras.